Llegamos a viernes, último día de clases y empieza el fin de semana. Hoy ha sido un día muy ajetreado también. Por la mañana nuestros chicos han asistido a las clases como cada día. Luego hemos tomado el desayuno, un enorme sándwich de jamón con queso que ¡estaba buenísimo!
Después del descanso tocaba hacer un poquito de deporte y el monitor Steven nos ha llevado a la playa de Portobello. Una hermosa área de Edimburgo cerca del puerto con una enorme playa de arena blanca y aguas cristalinas. Sin embargo, no podemos informaros de la temperatura de las mismas porque ninguno nos hemos atrevido a ir y meter los pies porque corría lo que los escoceses llaman “breeze” (brisa); y podemos asegurar que muy fresquita. Así que cuando hemos llegado rápidamente nos hemos puesto a jugar por si el tiempo escocés nos dejaba algunas gotas; y así ha sido. Pero menos mal que hemos podido disfrutar de hacer un poco de deporte, al aire libre y con unas vistas espectaculares.
A las seis volvíamos a casa a ducharnos, cenar con nuestras familias y arreglarnos porque hoy por la noche nos íbamos de fiesta a la ¡disco! No obstante, tenemos que hacer un inciso y comentaros que los estudiantes se están involucrando tanto en esta cultura que la mayoría de ellos han probado el plato típico escocés más conocido “haggis”, una especie de embuchado relleno de asaduras de cordero u oveja condimentado con puré de patatas. Y les ha gustado mucho, más escoceses no nos podemos volver ya.
Finalmente, una vez reunidos en el cole nos dirigíamos a la discoteca organizada por el colegio en un edificio de estilo vintage súper chulo y con una sala enorme con luces y bolas de baile. Lo mejor es que nos han dado una gran alegría cuando nos han dicho que la música la elegían ellos. A la discoteca ha venido toda la escuela así que hemos pasado un rato estupendo conociendo a nuestros compañeros mejor, entre muchos bailoteos y descargando las energía para ir a la cama y descansar para mañana que nos toca excursión a Glasgow.
¡Un saludo!
Lucía.