Amanece en Oxford, es domingo y High Street, nuestra calle favorita, está semi-vacía. High Street nos regala cada mañana edificios históricos, algunos del siglo XI, cada vez entendemos mejor porque esta ciudad es la escogida para filmar tantas películas. Los edificios de High Street tienen un color parecido al de la miel y parecen poblados por hadas. No nos cansamos de recorrer High Street.
Puntuales, as usual, nos citamos en Carfax Tower. Nos vamos a patinar, YES!, en concreto patinaremos en el Oxford Ice Rink, un estadio de hockey que hemos reservado durante un par de horas, aquí juega el Oxford City Stars la liga nacional de hockey.
La temperatura es baja en el interior del estadio, no nos importa, hemos venido bien abrigados. Nos calzamos los patines y … a disfrutar. Algunos de los chicos y no tan chicos no han patinado antes, no importa, y eso es lo más destacable de esta mañana. Los más expertos han ayudado y asesorado a los que lo hacían por primera vez, auténticas lecciones, no solo de cómo mantener el equilibrio sino de compañerismo.
Agradecemos el calorcito que nos espera en la calle, los Oxonians han salido a las calles, hacen compras, escuchan a músicos que interpretan a Bob Dylan, a los Beatles o los Stones. Repetimos lugar para comernos nuestro packed lunch, los meadows de Christ Church College, somos auténticos Brits con nuestros bocadillos de pepinillos, aquellos que el siglo XIX degustaba Oscar Wilde en el comedor del Magdalen College.
Cambiamos de elemento, del hielo al agua, YES! Piscina, Hinskey Heated Outdoor Pool, repasamos las normas: no diving, no throwing, no pushing in, no bombing, no running, no shouting, no ducking, no splashing, no jumping, Ok, Ok, ah! algo más: do not swim immediately after eating or drinking.
Atardece en Oxford, se escapa el día a través de las chimeneas de Hogwarts
Mañana más y mejor.
Saludos de Dolly y Santos.