Lo más habitual es no querer ir al colegio, sin embargo, las caras largas de vuestros hijos hoy se debían precisamente a lo contrario: se acaban las clases, indicio de que el fin del viaje y las consiguientes despedidas se aproximan. La amistad que ha surgido entre nuestros chicos (y con alumnos de otras nacionalidades) se aprecia a simple vista a la hora de comer, donde todos compartimos sofá, patatas, chocolatinas e historias.
Hoy todos reciben un diploma; ahora sí, tienen la prueba de que han estado trabajando pese a ser verano. ¡Enhorabuena por vuestro esfuerzo! Al finalizar las clases, la imprevisible lluvia inglesa ha decidido hoy, como nunca durante estas tres semanas, caer sobre Oxford anulando nuestros planes de deporte. No obstante, aquí siempre tenemos un plan b a la altura del plan a. El de hoy ha sido el “Drama workshop”, un taller de iniciación al teatro que ha permitido a los alumnos reírse, perder un poquito el miedo escénico y ponerse en contacto con su parte más artística. Deberíais haberles visto haciendo de elefantes, de árboles con animales enganchados y de leones… La imaginación se torna imprescindible en este tipo de actividad, al igual que hablar en inglés con los compañeros y, lo que es aún más difícil, en el escenario.
Al finalizar, sin hacerle mayor caso a la lluvia, que ya remitía, hemos aprovechado para hacer unas compras de última hora. ¡Que a nadie le falte su suvenir!
Mañana más y mejor.
Saludos de Santos y Dolly.